LA JUSTICIA DECRETO LA QUIEBRA DE OSCAR GONZALEZ ORO.

EL NEGRO ORO EN QUIBRA.

Está claro que este no parece ser el mejor año del conductor radial Oscar González Oro. El Juzgado Comercial Nº 13 le decretó la quiebra y la inhibición general de sus bienes, en medio de una disputa legal que mantiene con Armando, su hermano mayor, de 61 años, de quien se ofreció como garante en sus deudas alrededor de un supuesto negocio de exportación de minerales.

En los últimos meses, una sucesión de hechos infortunados amenazó la estabilidad personal y emocional de González Oro. La noticia de la muerte repentina de la actriz Romina Yankelevich lo dejó en estado de shock por lo inesperada y también por esa amistad entrañable que lo une a la familia, a la que le brindó apoyo incondicional.

En septiembre, su popular programa matutino en Radio 10 se vio por primera vez amenazado en el rating por Chiche Gelblung, de Radio Mitre. También se enteró de la incorporación a la emisora de Alejandro Fantino, lo que le significará el recorte en una hora de su espacio. Obvio, no faltaron sus habituales amagues de abandonar ese dial. Y semanas antes la pasó muy mal en el festejo de la esposa de Daniel Hadad, celebración interrumpida por los balazos de unos desconocidos.

Mal paso. Después de esta seguidilla de contratiempos y adversidades, Oro cayó en un pozo ciego con las sospechas que se levantaron en torno a “la falta de documentación fehaciente sobre los honorarios que percibe como periodista” y también al encontrarse en la mira de una serie de acreedores damnificados por los negocios de su hermano Armando, a quien respondió con su patrimonio frente a una deuda de casi 400 mil pesos.

Dos años atrás, el locutor afirmó que su hermano y un sobrino habían abusado de su confianza para firmar cheques y liquidar negocios en su nombre y denunció quedar en bancarrota cuando falsificaron su firma en actividades financieras. Pero no todo se tiñe de gris en el presente del conductor, ya que según expresaron fuentes judiciales habría resuelto sus deudas con una buena parte de los acreedores. González Oro apuesta a revertir un 2010 olvidable, pero todavía el año no terminó.