ROBERTO "POLACO" GOYENECHE. |
Fue todo en experto a la hora de hablar durante las canciones. Su valor más grande, explicado por él mismo, fue el respeto por lo que escribió el autor, cantarle hasta las comas. La pronunciación es una manera de respetar al que escribe. Hay que hacer las pausas. Hay que interpretar lo que el poeta quiso decir y transmitírselo al público.
La voz de Goyeneche pertenece a la Nueva Guardia, caracterizada por llorar desamores y desventuras. Dejan de ser guapos bravos para mostrar un perfil más sentimental y si se quiere, más humano y sensible. Grabó su primer tema en 1948 en un estudio particular en la calle Santa Fe, el tema elegido fue Celedonio, junto a Di Rosa y Casinelli.
Debutó con la orquesta de Raúl Kaplún a los 18 años. En 1952 pasa a la de Horacio Salgan, junto al cantor Angel Díaz, quien lo bautizó el polaco. En 1956 su carrera se catapultó hacia la gloria: se convirtió en el cantor de la orquesta de Aníbal Troilo.
El mismo polaco admitió haber terminado más de una grabación llorando. Eso tiene que ver con su personalidad y su sensibilidad. El afirmó que -sin sensibilidad no se puede vivir... ...siempre las canté con toda el alma-. Murió el 27 de agosto de 1994 en Buenos Aires, Argentina.
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