MARCELO TINELLI. |
A horas de comenzar una nueva temporada de ShowMatch , (El Trece), la número 22, Marcelo Tinelli echa una mirada sobre el pasado y el presente de su programa, el más visto de la televisión local y que lo tiene a él en el centro de las miradas. Y de las críticas. “Yo estoy del lado de los que hacen, más allá de que a algunos les guste o no. No lo tomo como algo personal si a alguien no le gusta lo que hago, no me molesta ni trato de convercerlo. Hoy podés tener una opinión y en dos meses, ni te acordás del tema. Menos mal que somos todos distintos. Sino, sería muy aburrido”.
El programa se inclina cada vez más al show y menos al certamen de baile. ¿Es adrede? Sí, hay una clara intención de buscar show más alla del baile, en parte por la cantidad de horas de aire del programa. El formato original de “Bailando por un sueño” , que es Bailando con las estrellas tiene tres horas semanales, y el nuestro, nueve. El concepto se fue ampliando hacia el humor, por eso traemos a Mike Tyson y no a Mihail Baryshnikov. Tratamos de buscar un elenco heterogéneo que pueda dar de todo, que rinda. Lo que más rescato del año pasado es el humor, y todo sale sin guión previo. Hasta que el programa no empieza a rodar no sé qué va a salir.
Muchos de los personajes nuevos, como Eugenia Lemos (la ganadora del “Soñando por bailar”) se destacaron más por su perfil escandaloso que por el baile. Es más, ella dijo que pensaba “conquistarte”.
Estos personajes me divierten. En un certamen así justamente no buscamos bailarines como los de Fama , sino que aporten al show. La paraguaya Larissa Riquelme también habló de lo mismo. Me divierte este juego, esta dinámica nueva. Antes, todo sucedía detrás del conductor, hoy también pasan cosas del lado del público, en esa media luna de gente, camarógrafos y asistentes. El detrás de cámara ya no es más detrás, es algo envolvente, circular, porque en cualquier espacio puede surgir algo. De un lado sabés lo que hay y del otro, no. Y eso es lo divertido. Y a eso le agregamos algo de reality por ejemplo, con una caída: dejamos que salga lo que está pasando en el momento. Me parece que es una tendencia que se da en la televisión de todo el mundo, donde el foco ya no está tanto en los protagonistas sino en el público. A la gente le gusta mirar el mundo real, se identifica más rápido. Por eso, estos personajes nuevos como la “Mole” Moli funcionan. Me gusta que sea una especie de show televisado y por eso no miro directo a cámara, no me gusta. Es como una fiesta en la que hay cámaras que toman lo que va pasando e incluso, a veces, hasta llegan más tarde. Esos pasos de comedia particularmente me gustan mucho.
Ahí aparece tu faceta actoral. El año pasado protagonizaste varios de esos pasos.
Me encantó hacerlo porque surgió espontáneamente. Si lo pensara, no me saldría. Yo no me veo como actor, no siento que baile bien, ni cante bien ni actúe bien. Creo que soy un coordinador de un programa.
Ricardo Fort no está más en el jurado, ¿creés que se agotó su personaje? Me gustó lo que aportó cuando estuvo, pero él quería hacer otras cosas con la productora y no se dio. No está cerrada ninguna puerta para él. Me sorprendió que quisiera bajarse, pero está todo bien. Lo mismo con Antonio Gasalla: lo queríamos para el primer programa y no pudo ser. Ahora veremos con la dinámica del programa qué sucede.
En un año de elecciones, ¿habrá humor político? Está pensado con varios humoristas, pero no sé si lo vamos a hacer. Todo depende de lo que vaya pasando a lo largo del ciclo. Más allá de la opinión de los analistas políticos de si hay una tendencia para favorecer a un candidato o a otro, el mío es un programa de entretenimientos; y haga lo que haga van a decir algo, porque así sucedió históricamente. Pero son puras especulaciones porque cada humorista hace su creación y no me voy a a hacer cargo de no hacer tal cosa porque...
o tengo que hacer tal cosa porque ...Siempre me salieron las cosas por intuición, siento que algo puede funcionar y voy por ahi, no tengo problema con el ensayo y error. Si no sale, se cambia. Por eso no podés quedarte pegado a la opinión de alguien que después va a pensar otra cosa. Lo rígido es lo que más fácilmente se quiebra.
En el famoso cuarto piso de su productora de la calle Olleros, reina la pulcritud y el silencio, en contraste con el ruidoso movimiento de otros pisos. Una oficina con una mesa interminable es el ámbito que elige Tinelli para charlar. Le gusta conversar y es un anfitrión distendido. Ante las preguntas incómodas que otros evitan responder con tensión, él elige contestar de un modo tan simpático como tajante. Concretamente sobre su supuesto noviazgo con una empleada de Ideas del Sur, dice: “Yo estoy bien y no me dan ganas de hablar de mi vida personal. Se dicen muchas cosas de mí y no me puedo ocupar de todo eso, que cada uno se haga cargo de lo que dice y el tiempo dirá. No me interesa hablar de cosas privadas, prefiero guardármelas para mí. No tengo que aclarar nada ni dar explicaciones de lo que hago. Me siento pleno, disfrutando a mis hijos y mis amigos. Estoy en paz”. Y confiesa que, aunque no busca influenciar en el futuro de sus hijos, si alguno eligiera dedicarse a la televisión: “ se me caería la baba ”.
Cuando hace pocas semanas, su ex mujer, Paula Robles, fue operada de urgencia de la vesícula, algunos se sorprendieron de verlo a él en la clínica. “Es una excelente mujer y estar ahí es lo mínimo que podía hacer, como lo hubiera hecho con cualquier persona que quiero. Tengo una muy buena relación con ella, lo mismo que con Soledad, la mamá de mis hijas mayores. Yo no entiendo las relaciones de otra manera. Además, no soy de confrontar en ningún ámbito. Me importa estar rodeado de buena energía. Si surge un problema, busco solucionarlo, no pelear”.
Se habló de un supuesto complot de otros canales para no repetir lo que pasa en ”ShowMatch”, ¿qué opinás? No creo que exista un complot. Si un canal quiere pasar más contenido propio, me parece lógico. Además, recién en los últimos dos o tres años empezó esto de repetir lo que pasa en ShowMatch en otros programas pero yo tengo la mejor relación con la gente de América y de Telefe. Es lo mismo que pasa cuando se habla de la competencia entre programas. Yo quiero que me vaya bien pero cinco puntos más o menos de rating no me cambian. Y está bueno que les vaya bien a los otros también. En la televisión abierta tiene que haber espacio para la ficción y para el entretenimiento por igual porque, depende del día, uno tiene ganas de ver una cosa u otra. Y cada uno tiene su público. Finalmente, el control remoto decide.
No comments:
Post a Comment