MARILINA ROSS NO QUIERE NI VER A MIRTHA LEGRAND.



MARILINA ROSS Y MIRTHA LEGRAND.



Por idea del productor Leo Cifelli, ideólogo del regreso de Marilina Ross, hace cuatro semanas la cantante visitó el atelier de Jorge Ibáñez para que la vistiera en los shows que hará en el teatro Opera los próximos 8 y 9 de diciembre junto a Sandra Mihanovich, Julia Zenko y Patricia Sosa.

Jorge Ibáñez es un fan incondicional de Marilina Ross y aceptó orgulloso vestirla.

Entonces estaba empezando a preparar la colección “40 kilates” -que se presentó ayer en el hipódromo- como un homenaje a Mirtha Legrand y a las divas de las décadas de oro del cine argentino.

Jorge Ibáñez después de la visita de Marilina a su atelier había pensado en homenajear a la estrella de los almuerzos en el final de su desfile en el Hipódromo con “Honrar la vida” interpretado nada más y nada menos que por Marilina Ross, Sandra Mihanovich, Patricia Sosa y Julia Zenko.

Hasta entonces todo era paz y armonía entre Mirtha Legrand y Marilina Ross, incluso en la fiesta de los 50 años de canal 13 se saludaron calidamente.

Es más a días de visitarlo a Jorge Ibáñez, Marilina Ross había aceptado gustosa la idea de su productor y su jefe de prensa de que se hiciera una mesa en su honor y lanzar la campaña de los recitales del Opera en “Almorzando con Mirtha Legrand”.

Pero el mismo día en que Marilina Ross se enterró lo de Federico Luppi (su compañero en “Cosa juzgada” y en “El exilio”) y lo que dijo Mirtha en su programa, prefirió que llamaran a la producción y que levantaran la mesa.

Hacia pocas horas Julia Zenko había tomado esa decisión y fue la primera en bajarse de la mesa y hacerlo público.

Por su parte Jorge Ibáñez había desistido de la idea de que Marilina, Sandra, Julia y Patricia cerraran el desfile con “Honrar la vida”.

Sin embargo Jorge Ibáñez, que se define como un conciliador y pacifico había invitado a su idota Marilina Ross a que ayer se sentara en la primera fila de su desfile “40 kilates” en homenaje a Chiquita Legrand.

Marilina Ross agradecida con el gesto desistió de la invitación ya que prefirió evitar el encuentro y el asedio de la prensa al verlas juntas en un mismo evento.