SUSANA Y SU FLORISTA ASESINADO EN 2009. |
El debate estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal 5 de La Matanza, quien juzgará a Roberto Leiva (44) y Freddy Chena Paredes (21), uruguayo, ambos acusados de "robo en poblado y en banda en concurso con homicidio agravado criminis causa", es decir matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad.
Durante el debate está previsto que declaren unos 30 testigos a lo largo de doce jornadas, según dijo a Télam el abogado Miguel Angel Pierri, quien junto con Marcelo Biondi representará a la familia de la víctima.
"La expectativa que tenemos con este juicio es que se haga justicia porque él ya no vuelve más, pero queremos que se llegue a la verdad. Mi familia está destruida porque Gustavo era el motor de todo", afirmó Susana Lanzavecchia, hermana de la víctima.
La mujer recordó la "gran amistad" que su hermano tenía con Susana Giménez, ya que era su decorador y florista, y aseguró que la conductora televisiva "siempre está atenta a ver cómo sigue la causa judicial".
Además, manifestó su deseo de que durante el debate se puedan aportar datos para hallar a Juan Ibáñez Navarro, alias "Lagarto", quien está prófugo en esta causa y por quien el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense ofrece una recompensa de entre 20.000 y 70.000 pesos a quien aporte datos para detenerlo.
El juicio será llevado adelante por los camaristas Javier González, Gabriela Rizzuto y Matías Deane, en tanto que el fiscal será Eduardo Campanella.
El hecho fue descubierto el 27 de febrero de 2009, cuando a las 16.45 se recibió un llamado en una estación policial que alertaba que en una casa de Charcas 3722 había personas heridas.
Cuando los efectivos concurrieron al lugar encontraron el portón corredizo eléctrico cerrado desde el interior.
Enseguida, escucharon una voz entrecortada de un hombre que les decía que se encontraba mal herido y que era el teniente primero Alejandro Alvarez Auer (35), piloto de helicópteros de la Base Aérea La Matanza.
Los policías fueron a la vivienda lindera, saltaron la medianera y lograron socorrer a su compañero, quien había efectuado el llamado, pero se hallaba descompensado.
Al comenzar a recorrer la casa, descubrieron que en el fondo de una piscina había otro hombre, que resultó ser Lanzavecchia, a quien sacaron, le dieron respiración boca a boca y le efectuaron tareas de reanimación sin respuesta alguna.
Como ninguna ambulancia llegaba al lugar, familiares y vecinos del decorador lo cargaron en un auto y lo llevaron al Hospital Santojanni; lo mismo hizo un móvil policial con Alvarez.
Lanzavecchia arribó al centro de salud con muerte cerebral y se produjo su deceso, mientras que el policía fue atendido por dos heridas, una en el tórax y otra en un glúteo.
Según determinó la autopsia, el diseñador murió por "sumersión", estaba atado de pies y manos y no tenía ninguna herida cortante, sino sólo signos de haber sido arrastrado.
En la investigación, se pudo establecer que los hombres que se presentaron en la casa fueron tres y que el diseñador les habría abierto el portón, porque no se había violentado el ingreso.
Una vez adentro, lo golpearon para que revelara donde tenía dinero y le robaron gran cantidad de electrónicos y ropa.
Poco después, arribó al domicilio Álvarez, quien también ingresó en la casa como visita y fue atacado.
La hermana de Lanzavecchia dijo a Télam que varios meses después del crimen se enteraron de que su madre le había dado a Gustavo una importante suma de dinero para que le guardara en su casa y cree que él pudo contárselo a alguien y por eso fueron a robarle.
Tras el crimen, los ladrones escaparon en el auto de la víctima, un VW Bora negro, que luego apareció quemado en un 90 por ciento en la localidad bonaerense de Pontevedra.
Testigos de identidad reservada identificaron a los ladrones y lograron que Leiva y Chena Paredes fueran detenidos, en tanto que Ibáñez Navarro continúa prófugo, pero sigue siendo buscado y estuvo por ser atrapado en la provincia de Córdoba.
Cuando fue apresado, Leiva confesó su participación en el hecho, dijo que conocía al decorador y que fueron a su casa a robarle.
En varios allanamientos en los domicilios de los sospechosos se recuperaron todos los objetos robados.
Durante el debate está previsto que declaren unos 30 testigos a lo largo de doce jornadas, según dijo a Télam el abogado Miguel Angel Pierri, quien junto con Marcelo Biondi representará a la familia de la víctima.
"La expectativa que tenemos con este juicio es que se haga justicia porque él ya no vuelve más, pero queremos que se llegue a la verdad. Mi familia está destruida porque Gustavo era el motor de todo", afirmó Susana Lanzavecchia, hermana de la víctima.
La mujer recordó la "gran amistad" que su hermano tenía con Susana Giménez, ya que era su decorador y florista, y aseguró que la conductora televisiva "siempre está atenta a ver cómo sigue la causa judicial".
Además, manifestó su deseo de que durante el debate se puedan aportar datos para hallar a Juan Ibáñez Navarro, alias "Lagarto", quien está prófugo en esta causa y por quien el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense ofrece una recompensa de entre 20.000 y 70.000 pesos a quien aporte datos para detenerlo.
El juicio será llevado adelante por los camaristas Javier González, Gabriela Rizzuto y Matías Deane, en tanto que el fiscal será Eduardo Campanella.
El hecho fue descubierto el 27 de febrero de 2009, cuando a las 16.45 se recibió un llamado en una estación policial que alertaba que en una casa de Charcas 3722 había personas heridas.
Cuando los efectivos concurrieron al lugar encontraron el portón corredizo eléctrico cerrado desde el interior.
Enseguida, escucharon una voz entrecortada de un hombre que les decía que se encontraba mal herido y que era el teniente primero Alejandro Alvarez Auer (35), piloto de helicópteros de la Base Aérea La Matanza.
Los policías fueron a la vivienda lindera, saltaron la medianera y lograron socorrer a su compañero, quien había efectuado el llamado, pero se hallaba descompensado.
Al comenzar a recorrer la casa, descubrieron que en el fondo de una piscina había otro hombre, que resultó ser Lanzavecchia, a quien sacaron, le dieron respiración boca a boca y le efectuaron tareas de reanimación sin respuesta alguna.
Como ninguna ambulancia llegaba al lugar, familiares y vecinos del decorador lo cargaron en un auto y lo llevaron al Hospital Santojanni; lo mismo hizo un móvil policial con Alvarez.
Lanzavecchia arribó al centro de salud con muerte cerebral y se produjo su deceso, mientras que el policía fue atendido por dos heridas, una en el tórax y otra en un glúteo.
Según determinó la autopsia, el diseñador murió por "sumersión", estaba atado de pies y manos y no tenía ninguna herida cortante, sino sólo signos de haber sido arrastrado.
En la investigación, se pudo establecer que los hombres que se presentaron en la casa fueron tres y que el diseñador les habría abierto el portón, porque no se había violentado el ingreso.
Una vez adentro, lo golpearon para que revelara donde tenía dinero y le robaron gran cantidad de electrónicos y ropa.
Poco después, arribó al domicilio Álvarez, quien también ingresó en la casa como visita y fue atacado.
La hermana de Lanzavecchia dijo a Télam que varios meses después del crimen se enteraron de que su madre le había dado a Gustavo una importante suma de dinero para que le guardara en su casa y cree que él pudo contárselo a alguien y por eso fueron a robarle.
Tras el crimen, los ladrones escaparon en el auto de la víctima, un VW Bora negro, que luego apareció quemado en un 90 por ciento en la localidad bonaerense de Pontevedra.
Testigos de identidad reservada identificaron a los ladrones y lograron que Leiva y Chena Paredes fueran detenidos, en tanto que Ibáñez Navarro continúa prófugo, pero sigue siendo buscado y estuvo por ser atrapado en la provincia de Córdoba.
Cuando fue apresado, Leiva confesó su participación en el hecho, dijo que conocía al decorador y que fueron a su casa a robarle.
En varios allanamientos en los domicilios de los sospechosos se recuperaron todos los objetos robados.
No comments:
Post a Comment